El consumo de café sigue desde hace años una tendencia creciente, tanto en España como en el resto del mundo; incluso podríamos decir que se trata de un producto de moda. Sin embargo, y como ya hemos tratado en otras publicaciones, sigue existiendo un fuerte desconocimiento de las diferentes calidades de café entre el grueso de los consumidores. En este post os traemos 6 claves para saber leer la etiqueta de calidad del café.
El grano es el principal determinante en la calidad del café, pero ¿cuáles son los factores que llevan al café a tener una calidad u otra?
Su origen determinará su sabor y su calidad. El café no es igual si viene de India, Colombia, Honduras, Guatemala o Etiopía, y aunque a un consumidor no experto no le será fácil diferenciarlo, si existen importantes diferencias.
La variedad del café: como ya hemos hablado en otros posts, el café más común es el arábica, seguido por el robusta, y menos conocidas son las variedades ibérica y excelsa. Siendo el café arábica el mejor por su equilibrio de sabor y cafeína.
El procesado del café: después de la recolección el grano debe secarse, pero podemos aplicarle diferentes procesos. Un café lavado es un grano al que le retiramos unas capas antes de secarlo, obteniendo así un «grano limpio», que es el favorito de los expertos. Otra opción es un café natural, en el que el grano se pela después del secado. Mientras que en el proceso para el café honey, antes del secado le quitamos al grano la piel y parte de su carne, y después del secado le quitamos otra capa más.
La fecha de tueste es importante, y debemos prestarle atención, pues desde que el grano se recolecta hasta que llega a la taza hay mucho trabajo pero poco tiempo. La mejor opción es que el café se tueste en destino y que no pase más de un mes desde su tueste hasta su consumo. Lo ideal es consumir el café cuando el tueste tengan entre 8 y 21 días.
La molienda del grano es mejor hacerla en casa, siempre y cuando tengamos un buen molinillo, justo antes de consumir el café.
Acompañar al café con otros ingredientes de calidad, así como leche fresca, azúcar y aromas que puedan enriquecerlo, como al vainilla.
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